Esta bebida tradicional ha existido desde tiempos precolombinos, y es comun en el sur de México todavía hoy. Se sirve en las mañanas frías para el desayuno, con panes dulces. Se sirve a los huéspedes, y en las bodas. Muchas otras regiones tienen sus propias variedades de chocolate, añadiendo vainilla o incluso chile en polvo. Pero la receta oaxaqueña sólo requiere azúcar en bruto, granos de cacao de alta calidad, canela de Ceilán y unas cuantas almendras. El resultado es un chocolate con sabor completo que permite que el sabor del cacao se destaca.
Para preparar, caliente 12-16 oz. de la leche de su elección, o agua, en una cacerola, a fuego medio.
Una vez que el líquido está caliente, agregue 1 palo de chocolate y cocine a fuego lento hasta que el chocolate se derrita, revolviendo con frecuencia.
Agitar y espumar con un molinillo o batidor hasta que el chocolate esté completamente incorporado. (La tradición dice que mientras más espumoso es, con más amor se hizo.)
Opcional: normalmente hay una concentración de chocolate en el fondo de la sartén. ¡Muchos mexicanos consideran que esta es la mejor parte! Pero para un chocolate más liso, más oscuro, sirve la mayor parte del líquido en una o dos tazas, dejando alrededor de un cuarto del líquido en el fondo de la cacerola. Machuca el chocolate restante con el molinillo, batidor, o la parte posterior de una cuchara hasta que se mezcla completemente y agregalo a su bebida.
¡Serve y disfrute!
(Hace 1 – 2 porciones, dependiendo del tamaño de la taza)